
Estas rutas están enclavadas en un Espacio Natural de singular belleza y trascendencia medioambiental, Doñana y su entorno natural. Así, es de obligado cumplimiento, junto a la visita a bodegas y cooperativas vinícolas de la zona, la incursión del visitante en la magia de Doñana, mediante un recorrido por el Espacio Natural de Doñana, donde el visitante podrá comprobar que enología y naturaleza se dan la mano de forma indisoluble.
Visitas a los pueblos del Condado, pueblos con encanto, de una fisonomía urbana sin igual, de estrechas y encaladas callejuelas, de pequeñas y soleadas plazas, de casas y palacetes solariegos, que configuran el prototipo urbano de los pueblos del Condado de Huelva. Junto a esta preciosa fisonomía urbana, estos pueblos atesoran el más genuino y tradicional conocimiento en la elaboración y crianza de los Brandis, Vinos y Vinagres propios del Condado de Huelva.
Junto a sus estrechas y blancas calles y pequeñas y coquetas iglesias, el visitante podrá recorrer los hitos enológicos indispensables de estos municipios que han tenido en el vino y en el mosto una de sus principales fuentes de riqueza y prosperidad.
La ruta cobra especial encanto en los meses de noviembre y diciembre cuando el vino nuevo, que en la comarca del Condado de Huelva se denomina “mosto”, comienza a extraerse de las botas y a catarse abundantemente.
Pueblos de economía fundamentalmente agrícola, donde la trilogía mediterránea, vid, olivo y cereal, se manifiesta en todo su esplendor.